MAICHA es una marca de autor creada por la artista y diseñadora de indumentaria Milena Rocha Aranza. Nace en 2020 como un acto de libertad: la necesidad de habitar el propio deseo y transformarlo en piezas de arte y diseño que expresen historias, emociones y valores.
Desde su origen, MAICHA surge como un puente entre la vida personal y la creación, donde el arte tiene el poder de transmutar el dolor, resignificar las experiencias y convertirlas en objetos simbólicos, funcionales y profundamente humanos.
Cada producto es concebido desde la creación consciente, la sostenibilidad y el valor de lo hecho a mano. Las piezas que nacen en MAICHA invitan a habitar el cuerpo con autenticidad, alegría, libertad y fuerza, inspirando una manera de vestir que celebra lo único, lo imperfecto, lo real.
Al mismo tiempo, el arte abstracto forma parte esencial de este universo: composiciones textiles y obras visuales que exploran los mismos conceptos desde una dimensión más expresiva y simbólica, expandiendo el mensaje de la marca más allá del cuerpo, hacia lo visual, lo sensible y lo conceptual.
La materialidad es parte vital del lenguaje de MAICHA. El foil, presente en todas las creaciones, es el material insignia: ese hilo conductor que encarna el brillo interior, la fuerza de la guerrera y la determinación que define tanto a la marca como a su creadora.
El sachet de leche —tenaz, resistente, sostén— una metáfora de la energía de la diseñadora, que resignifica este objeto cotidiano para transformarlo en minibags que contienen lo esencial, representando la fortaleza y el rol de sostén que Milena habita en su vida.
Las fibras naturales, como el algodón, aportan nobleza, simpleza y conexión con lo orgánico. Los lazos y nudos tejidos a mano hablan de vínculos que sostienen, cuidan y transforman. Porque crear también es cuidar.
Desde un enfoque artesanal y una mirada sensible sobre los materiales, MAICHA busca construir una comunidad que valore lo auténtico, lo hecho con alma y propósito. Un refugio creativo donde el diseño consciente dialogue con la vida cotidiana, y el arte abstracto proponga nuevas formas de habitar el mundo: más libres, más humanas, más verdaderas.
Reconocerme para darme a conocer.